A veces las cosas duelen, y te duele el pensar que lo has hecho lo mejor que has podido, y aún así, no sirvió de nada. Sientes que tu mundo se va con esa persona y que cada día se derrumba un poco más. Y te daña el verlo con otras, y saber que lo que hacía contigo, también lo hace con ellas.
Y piensas, y analizas todo y cada uno de tus pasos, cada beso, cada caricia, cada palabra. Analizas todo y más para encontrar el fallo donde lo tuviste, pero por más que buscas, no encuentras. Lo miras, te mira. Os miráis. Pero sientes, que esa mirada no es la de antes y sientes que él ya no ve en tus ojos lo que se encuentra. Ves vuestras fotos, vuestras canciones o simplemente escuchas su nombre y se te eriza la piel. No puedes hacer nada por evitarlo. Sabes que no debes quererlo, pero cuanto más daño te hace, más lo necesitas y cuanto más lo necesitas, menos puedes alejarte de él. La vida es así y ahora no debes pensar en lo que pudo ser y no fue o en lo que es y no será. Todo a cambiado y debes levantar la cabeza y seguir adelante, un poco de orgullo. Se que cuesta, porque cuesta imaginarte sin él. Pero es así. Es él o tú felicidad.
Tú elijes.
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