viernes, 15 de julio de 2011

Justo cuando menos te lo esperas, cuando piensas que no es el momento, piensas que el cielo tiene ese azul por la interacción de la luz del sol con la atmósfera. Piensas que el color del cesped de un campo es verde por la clorofila. Cuando crees que el mar tiene fin y que es azul por el reflejo del cielo. Aparece esa persona para decirte que esperes. Que el mar no tiene final porque por mucho que lo mires, es como tú y el. Que el cesped, no es más que hierva para tumbaros y ver el cielo, de color azul debido a la forma en que lo miras. Que las nubes es solo un juego para buscarle formas, y pasar el resto del día a tú lado
Cuando las horas sin que vuestros labios se rocen se hacen días y los días meses y sabes que nunca más vas a volver a besarlo como lo hacías. Cuando en el mismo segundo en el que lo ves, pasa a ser solo eso, un segundo más que no volverá. 
Te enseñó a sonreir por tonterías y a no llorar si no es algo importante. La forma en la que te toca, te abraza o te besa. Inigualables e indispensables. 
Pero sabes, que tienes que olvidar lo que pudo ser y no fue, lo que pudo ser y no será. Por eso mismo hoy, es la última vez que pienso decirte te quiero, aunque por dentro, me muera cada día un poquito más.

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